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Playa Aguilar

Por fin es primavera. Que largo se nos puede hacer el invierno a algunos padres, que si frío, que si llueve, que el niño esta malo, que si yo estoy malo. Así que estamos contentísimos porque haya entrado la nueva estación, incluso le llegamos a hacer la ola.

Eso sí, que conste que esto es un deseo personal, ya que ahora entramos en la época de lluvias, por favor que no lo deje para el fin de semana, tiene toda la semana para llover,  todos los años pasa  lo mismo, solo llueve los sábados y los domingos.

 

Bueno, pues como estábamos muy contentos por que empezará  el buen tiempo (en teoría…) y llevábamos mucho tiempo sin salir de ruta, nos apeteció ir a Muros del Nalón, que hay una de esas sendas que tanto nos gustan, las que van pegaditas al mar y porque son  impresionantes las vistas.

Así que cogimos el coche y para allá nos fuimos. Lo primero deciros que para llegar hay que ir a Muros del Nalón y nada más entrar,  te encuentras un cartel indicativo que pone “playa del Aguilar”, coges esa carretera hasta el final.

Tengo entendido que esta playa en verano se pone imposible y la verdad es que no me extraña porque me pareció que está muy bien, no solo la playa, sino el entorno. Dicen de esta playa que es una de las mejores de Asturias (habrá que visitarla este verano).  Desde aquí es de donde parte la senda de la que os estaba hablando, la “senda costera de Muros del Nalón”.

Al llegar a la playa del Aguilar nos encontramos un gran aparcamiento, no os podría decir para cuantos coches pero es grande y también tiene un gran área de servicio con mesas para comer y en verano tiene todos los servicios.

 

 

 

 

 

 

 

Pues aparcados los coches, mochilas a la espalda y para la senda, pero no, los peques es ver arena de playa y ya se sabe. Porfiii, papiiii, déjanos ir un poco a la playa (mi padre hubiese dicho, -calla niño y tira pa lante), pero nosotros cedimos y fuimos para la playa.

Eso sí, en tono serio les dijimos que nada de tocar ni el agua ni la arena, solo íbamos a pasear un rato (jeje me rio yo del caso que nos hicieron). En el fondo, a nosotros nos apetecía tanto como a ellos, pero no queríamos que se nos notara, por eso nos hicimos de rogar.

Ya dentro de la arena, los niños empezaron a correr a sus anchas y viendo que soplaba una brisa muy agradable, a una asturianina (pero de las mamas) dice, -oye Javi, no tendrás las cometas en el coche-, a lo que yo contesto que sí.

Me hicieron sacar las cometas del coche y montarlas. Aquí he de decir que me animó mucho, que justo en este momento, aparecieron en el arenal otros 4 chicos con cometas. Así que piensas, no somos los únicos, eso es bueno. No nos pasará lo de la última vez, hoy van a volar.

Los niños nerviosos alrededor nuestro, que si ya está, que si cuanto falta, que yo el primer, que yo el segun, te das prisa para montarlas y listo, a volar cometas.

Aquí me extraño que los otros chicos no echaran a volar la cometa, sino que se quedaron mirando para nosotros (malo).

Oye, fue echar a correr con la cometa, tirarla al aire y… alguien cerró el grifo del aire de repente y la cometa al suelo. Ya no sopló ni una gota en todo el rato que estuvimos allí.

De reojo, miro a los otros chicos y veo que están recogiendo, así que nos olemos que hoy tampoco va a ser y lo peor de todo es que nuestros hijos están empezando a pensar que no sabemos…

Así que nos pusimos a recoger conchas, piedras, más piedras, palos, más piedras, mientras dábamos un paseo por el arenal. Hicimos juegos con los niños, aunque en estos sitios no necesitan mucho de nosotros para pasárselo pipa.

Después de la merienda nos apeteció ir un rato por la senda, por lo menos para conocerla. La cosa fue, que al llegar a donde empieza la senda, nos encontramos con que tenía una longitud de 4`5 kilómetros y que era de dificultad moderada en algunos tramos, además justo al principio te encuentras con una cuesta muy, pero que muy empinada hacia arriba. Aquí es donde le damos a la cabeza y pensamos, con lo que han corrido estos niños, a mitad de camino van a empezar a decir que están cansados y luego hay que llevarlos en cuello, así que con esto y unido a que preguntamos a unos chicos y nos dijeron que era mucho de cuestas, decidimos posponerla  para otro día.

 

Para acabar con la tarde, nos fuimos a pasear un rato por Muros del Nalón, donde nos encontramos muchas construcciones de arquitectura popular con grandes cristaleras, llamándonos la atención en especial, la plaza donde se encuentra el Ayuntamiento y la Iglesia de Santa María. De aquí nos fuimos para casa.

 

Pues ya veis, si os apetece, esta también es otra buena manera de pasar una tarde con los niños ya que tienes muchas maneras de enfocarla, pues puedes  caminar,  jugar,  intentar volar cometas, etc. y sobre todo baratita.

 

Como siempre lo pasamos genial. Un saludo de asturianinos.

 

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6 COMMENTS

  1. No te preocupes Javi, para la próxima conseguiremos echar a volar esa condenada cometa, ya lo veras, que si hombre, que lo vamos a conseguiiirrrr!!!!!! jajajaja

  2. ay chicos esta me encanto, es mi pueblo, mis vacaciones de verano comiendo pipas en esa plaza y bajando todos los dias caminando a mi playa,la mas bonita del mundo para mi ,gracias por recordarme todos esos momentos,sugerencia la proxima vez hacer la ruta en sentido contrario desde arriba y dejais un coche abajo y asi se les hara mucho mas facil,un besito.

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