En esta ocasión, nuestros planes con niños nos han llevado a Oviedo y hemos hecho la ruta de los Monumentos Prerrománicos de Oviedo.
Para ir a la ruta de los monumentos hay que subir por la carretera del Naranco, por la llamada Avenida de los Monumentos. El camino está muy bien señalizado, así que no creo que tengáis problemas para encontrarlos. Hay un aparcamiento muy cercano para dejar el coche y así poder ir caminando.
Nosotros fuimos a visitar Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo. Están muy cerca una de otra, a unos 200 metros, por lo que no se hace necesario tocar el coche para nada.
Como siempre en estos casos antes de salir de casa tuvimos que repasar un poco los libros de historia (que no sabéis la pila polvo que tenían, jeje), para repasar y poder contestar a los peques las preguntas que nos pudiesen hacer. Aparte de contestar a sus preguntas también les contamos un poquitín (sin agobiarlos) de historia y porque habíamos ido hasta allí.
La verdad es que aquello es muy bonito, además de visitar los monumentos, los exteriores invitan a pasear o a sentarte a contemplar los monumentos o las vistas que desde allí tienes, de hecho, me llamó la atención la cantidad de gente que había tumbada en el prao con un libro en la mano.
Comentaros que nosotros fuimos un domingo de tarde y no está abierto para poder visitarlo, aunque sabemos que hay visitas con guía. Como los niños se pueden agobiar con tanta visita sin poder jugar a nada, desde San Miguel de Lillo, hay varios caminos por los que puedes meterte con los niños y así decirles que vais a explorar (que es lo que les gusta a ellos), nosotros nos metimos por uno de los más difíciles y sobre todo empinado, el que ellos quisieron.
Después de pasar un buen rato visitando los monumentos y los jardines, nos dirigimos al coche y ya que estábamos allí, nos acercamos a visitar el Cristo del Naranco.
Justo antes de llegar al Cristo dispones de un área recreativa con muchas mesas para comer y mucho sitio para que los niños corran y jueguen a su antojo.
Después de merendar y jugar un rato con los peques, subimos un poco más para llegar a la estatua del Cristo.
Desde allí hay unas impresionantes vistas, desde un lado de Oviedo y desde el otro de la zona más costera, incluso se ve el Mar Cantábrico, eso sí, ha de estar despejado el día.
La pena es que una vez arriba, empezó a soplar el aire y se puso bastante frío, por lo que nos tuvimos que ir. Una pena.
De la que subes o bajas te encontraras con varios establecimientos en los que puedes parar a tomarte algo, mientras sigues disfrutando de las vistas y los peques merodean y juegan por las zonas verdes que tienen.
Creo que es otro buen plan, aunque si les preguntas a los niños lo que más les gustó fue el jugar a la pelota en el área recreativa. Un saludo de Asturianinos.
Que chulas las fotos. Se nota que es una zona muy bonita. Me encanta el paseo que os disteis. Y aunque los peques de lo que más disfruten sea de la pelota, nunca viene mal una pequeña clase divertida de historia. Así, poco a poco, aprenden a apreciarla.
Un abrazo.
Habéis venido a mi ciudad!!! Qué fotos más bonitas!!! El Naranco esconde múltiples caminos para explorar y muchos sitios y construcciones que la gente desconoce!! Es una verdadera pasada!!
Besitos para vosotros y para los peques!!
Muy bonitas las fotos, una ruta muy aconsejada.